En una sociedad tan conectada como la actual, en la que los elementos gráficos y audiovisuales juegan cada vez un papel mayor, ya nadie duda de la importancia que tienen los logotipos de las empresas. No solo son la imagen de una compañía, sino que también representan la forma que tienen los usuarios de reconocerla en los soportes publicitarios y medios audiovisuales e identificarse con ella.
Por ello, es fundamental crear un buen logo, que aporte rápidamente información sobre la empresa: si es dinámica, tradicional o innovadora; a qué se dedica... Y que conecte con la audiencia a la que se dirige.
No existe el logotipo perfecto, pero quizá lo más importante es que sea fácil de recordar y que el público, en cuanto lo vea, lo relacione inmediatamente con la marca comercial que representa. Muchas empresas utilizan la inicial de su nombre para crearlo. Un ejemplo es el logo de Facebook, la efe minúscula: simple, versátil y fácilmente identificable con la empresa.
En el diseño de un logo pueden intervenir elementos reales o abstractos, letras y números, líneas, colores e imágenes y formas geométricas. Existen, fundamentalmente, 3 tipos:
Es un símbolo formado por letras o sílabas que constituyen una nueva palabra fácilmente legible. Se suele emplear en los casos de nombres de empresas muy largos que se quieren abreviar. Un ejemplo es Renfe, Inditex o Seat.
Consiste en la combinación de 2 o más letras (generalmente, las iniciales de la empresa), para formar un símbolo. Es el caso del logotipo de Louis Vuitton estampado en todo tipo de accesorios. El monograma de LG (life is good) sonriéndonos desde el televisor mientras en la pantalla aparece la presentación de la PlayStation.
Es una imagen o un símbolo con el que se trata de comunicar una idea o expresar una palabra. El pictograma puede ser abstracto o figurativo. El primero representa símbolos que no son reales y transmiten sensaciones a través de sus formas geométricas, colores, líneas, etc. (como el logo de Nike). El segundo, el pictograma figurativo, es un símbolo que se asocia a la realidad, ya que utiliza formas de animales, personas y objetos, para crear el logo (la manzana de la multinacional Apple).
El logo design es fundamental para cualquier negocio, ya que constituye su seña de identidad. Por ello, hay cuidar mucho su diseño. Pese a que muchas empresas ya tienen un logo que el público reconoce fácilmente, deciden, pasado un tiempo, modificarlo. No se trata de grandes cambios, sino de ligeros retoques para adaptarse a los nuevos tiempos.
Sería un error cambiar drásticamente un logo o modificarlo cada año, ya que correríamos el riesgo de perder a clientes que ya asocian esa marca a un determinado producto o servicio. Se trata de, simplemente, innovar para continuar transmitiendo la idea de una empresa dinámica y que quiere captar nuevos clientes.