Una web es una herramienta de marketing que debe adaptarse a las necesidades de sus usuarios. En la era del web mobile, el desarrollo web y el SEO se dan la mano para optimizar los websites y los gestores de estos deben hacerse una serie de preguntas de cuya respuesta depende si es preciso actuar para que la experiencia de navegación sea óptima. Hay, con todo, cuestiones en las que toda web debe ponerse al día y son las que siguen:
Flash fue una herramienta idónea, pero en la era del internet móvil plantea problemas. Los smartphones o las tablets -sobre todo si son Apple- no pueden mostrar la información contenida en webs que funcionan con Flash. Por eso, Google califica negativamente las páginas que lo utilizan.
Los dispositivos móviles son la principal herramienta de acceso a Internet; por tanto, una web que no pueda verse correctamente en ellos es inútil. Y también es imprescindible que tu web pueda verse en cualquier navegador.
De tener o no todas las referencias de tus productos y servicios actualizadas depende la buena imagen de tu empresa y, a menudo, tu cuenta de resultados. Por eso, la web debe permitir ser actualizada de manera sencilla. También es imprescindible que los clientes encuentren con facilidad en la página una manera de contactar con la empresa, que facilite la transmisión de contenido en redes sociales y que sea fácil insertar vídeos.
La web es el escaparate de un negocio. Aquellas antiguas páginas de bienvenida con animaciones, la posibilidad de escoger el idioma de lectura o un saluda del director de la compañía ya no sirven. Y si en su día se nos ocurrió utilizar un generador de webs gratuitas, será mejor olvidarnos del site y crear otro. Tampoco debemos olvidar que es imprescindible que el diseño de la web incite a la acción. Los visitantes son clientes potenciales y el diseño de tu página debe favorecer la decisión de compra. Y da igual que entiendamos por compra una venta efectiva, una suscripción a una lista de correo o apuntarse a un Webinar.
Debemos diseñar nuestra web con profesionales para conseguir que los visitantes hagan lo que se desean. También incluir un buscador en la página, disponer de un dominio propio y una URL amigable -sin símbolos extraños difíciles de teclear-. Es fundamental.
Internet sirve para darse a conocer, pero también para hacer contactos y descubrir quién se interesa por nosotros y por qué. Si nuestra página no facilita datos sobre cuántas visitas recibes, desde dónde y cuándo, vamos muy mal. Los datos de nuestros clientes son hoy parte de nuestro capital.