Los cuadros de mando conforman una parte importante dentro de la estrategia de la empresa. Estos cuadros los utilizamos en las compañías como una herramienta para facilitar las decisiones que tenemos que tomar los directivos y también para identificar los objetivos que vamos a marcar para la próxima temporada.
Dentro de los objetivos encontramos los puntos de acción que permiten mejorar el comportamiento de los miembros de la organización, tanto los empleados como la dirección que los dirige hacia un cometido común. Para facilitar el cumplimiento de estos objetivos utilizamos unos indicadores de gestión.
Cuando hablamos de la gestión empresarial, se concluye que es una actividad que consiste en que la empresa o compañía tome responsabilidades sobre cada uno de los individuos implicados (directores, consultores, productores, gerentes, entre otros). En definitiva, se trata de que busquemos una mayor productividad, organizando los recursos disponibles, dirigiendo actividades que sean necesarias y controlando todo lo planificado en cuestión, con el fin de que sea viable para las realidades del mercado actual y la tecnología disponible en la empresa.
Desde una perspectiva financiera, están basados en atender las necesidades básicas financieras y contables de la empresa, es decir, abarca los requerimientos de crear valor para los accionistas.
Desde el punto de vista del cliente, lo que logramos con esta perspectiva es que una empresa tenga clientes midiendo las relaciones, conociendo las necesidades y entendiendo los motivos por los que eligen nuestra empresa.
Para los procesos Internos, un cuadro de mando integral ayuda en la tecnología de la información de la empresa y en la excelencia en la producción de productos o servicios, puesto que busca la satisfacción de los clientes para lograr un mayor rendimiento financiero.
Por tanto, los cuadros de mando como estrategia financiera han ayudado a un mayor despliegue de organización en las fases de nuestra empresa. La tecnología supone una herramienta ideal para que en el cuadro se agregue toda la información de forma automática y siempre actualizada. Es una herramienta que facilitará la optimización en el proceso de la toma de decisiones y también puede identificar rápidamente los puntos de cambios de una empresa como: la producción, calidad, logística, marketing y ventas, comparar la empresa con tus competidores, detectar amenazas y oportunidades, y saber
dónde existe un problema sobre el que debemos actuar. Y en cuanto a la producción de los productos, los cuadros pueden ayudar a mejorar la calidad de esta según la perspectiva del cliente.