¿Os habéis fijado que últimamente muchas webs han incorporado un pop up sobre el uso de cookies?
Aunque la Ley de cookies se aprobó en abril del 2012, no ha sido hasta ahora cuando se ha presentado el primer proceso sancionador contra una empresa.
La nueva normativa en gestión del consentimiento para la utilización de cookies genera gran confusión entre los propietarios de páginas web, que en muchos casos desconocen las exigencias legales y en otros tantos no saben cómo cumplir correctamente con ellas. A día de hoy, muy pocas webs cumplen con la normativa.
Una cookie es un fichero que se envía a un navegador, a través de un servidor, para registrar las actividades que tienen lugar en una web. Estos ficheros permiten que el site almacene información básica sobre las preferencias básicas del usuario (idioma, configuración, contenido, diseño...) y desempeñan un papel importante en materia de usabilidad y experiencia de navegación. Además, las cookies resultan fundamentales para sectores como el marketing online, la publicidad, los e-commerce... que las utilizan para gestionar su trabajo diario.
En un primer nivel podemos diferenciar entre:
-Cookies propias (de mi sitio web) o de terceros (procedentes de servidores externos).
-Cookies de sesión (se eliminarán al cerrar la sesión) o permanentes (se mantendrán en tu navegador durante un tiempo determinado).
Además, las cookies son clasificables atendiendo a la finalidad con que fueron creadas:
-Cookies técnicas y funcionales: son las estrictamente necesarias para el uso del site y para la prestación del servicio.
-Cookies analíticas: almacenan información sobre la actividad de los usuarios en una web. La información recogida se utiliza para elaborar perfiles de navegación con el fin de optimizar los servicios ofertados.
-Cookies de personalización: permiten al usuario configurar el diseño, idioma, preferencias... de su navegador.
-Cookies publicitarias y comportamentales: se usan para llevar a cabo una gestión eficaz de los espacios publicitarios que se han incluido en una web, o aplicación, desde la que se presta el servicio. Resultan útiles para adecuar la publicidad ofrecida a los intereses de los usuarios, ya que recogen información sobre sus preferencias. Son las que se utilizan en técnicas de marketing como el retargeting.
-Cookies de afiliados: realizan el seguimiento de las visitas procedentes de webs con las que un site ha establecido un contrato de afiliación.
Tan sólo requerirán el consentimiento informado del usuario las cookies analíticas, las de publicidad y las de afiliación (quedando exceptuadas las técnicas y las estrictamente necesarias para la correcta prestación del servicio contratado por el usuario).
Según la nueva Ley de Cookies las páginas web deben informar de forma clara y concisa del uso de este tipo de dispositivos ANTES de instalarlos en un navegador y obtener un consentimiento expreso por parte del usuario para que así sea.
-Página de bienvenida con información sobre cookies y botón de aceptar (como las que preguntan si el usuario es mayor de edad).
-Pop-up previo que suspenda la carga completa de la página hasta la aceptación.
-Cabecera o pie de página con información y una caja de aceptación.
-Paso previo de aceptación dentro del cuadro de reproducción de vídeos, juegos y otras aplicaciones web.
-Mensaje informativo indicando que si el usuario continua navegando en el site se le instalaran cookies.
Fuente: Cinco Días, Empleo y emprendedores