Una de las mayores ventajas del marketing en Internet es que todo se puede medir al momento, por lo que es muy sencillo reorientar y optimizar estrategias. La analítica web nos permite entender el comportamiento de nuestros usuarios y mejorar su experiencia de navegación. Tenemos la posibilidad de exprimir al máximo a nuestros visitantes.
Gracias a las diversas herramientas que existen en el mercado, podemos medir los resultados obtenidos, saber qué cosas han funcionado mejor o peor, y tomar decisiones para potenciar sus éxitos y corregir los errores. En el sector hotelero, donde la analítica web lleva muchos años implantada, en este sector se definen con anterioridad los parámetros a analizar, es decir, ¿Qué vamos a medir?:
Queremos saber quién entra en nuestra web: Datos demográficos (Idioma, País, Ciudad), Comportamiento (Visitantes nuevos, Visitantes recurrentes, Interacción,...).
Saber si una persona se queda en nuestra web, o la visita varias veces al día, o a la semana, es decir, conocer el número de visitas, número de visitantes únicos, número de páginas visitadas, duración de las visitas, tasa de rebote,...
Forma de acceso (visita directa, a través de buscadores, SEM, a través de otra web, banners, redes sociales,...), Dispositivo de acceso y características (ordenador, móvil o Tablet, navegador y/o sistema operativo, proveedor,...).
Número de transacciones, Importe, Número de transacciones no finalizadas, Recorrido de compra, Datos del cliente (Nombre, Apellidos. Ciudad y País de Origen, Idioma, Forma de acceso,....).
CTR (nº clicks anuncio/nº impresiones=%), TC (nº ventas/nº clicks=%), ROI (Ingresos-Inversión/Inversión), CPA (Invertido/nº reservas).
Una vez tenemos los datos, hay que organizarlos de manera que sean comprensibles, esto se conoce como Dashboard o Cuadro de Mandos Integral. Los directivos usan estos cuadros de mandos para tomar las decisiones que comprometen el futuro de las empresas.