Confiar el diseño de una web a alguien no profesional es un error frecuente entre muchas pymes, lo que perjudica la presencia en Internet de la empresa y la imagen corporativa de la web.
Habitualmente reviso páginas web con objeto de actualizarlas, redefinir objetivos y estrategias, etc. Os puedo decir que en la gran mayoría de los casos me encuentro con el efecto sobrino, esto es, que el sobrino, amigo, cuñado o diseñador gráfico del propietario de la web se la había montado hace unos años gratis o por 4 duros.
Ante el "efecto sobrino? os podéis imaginar cual es el resultado: un absoluto desastre.
Siempre he sido de la opinión que las cosas y los servicios han de ser de calidad, y si no te lo puedes permitir en ese momento, pues es mejor esperar. ¿Acaso alguien se atrevería a ponerse en manos de un supuesto médico que ha realizado un curso de 3 meses en el INEM por el hecho de que sea más barato o no le cobre? Entonces, ¿por qué esa misma persona deja en manos de alguien inexperto que ha realizado un curso de HTML la importante imagen corporativa de su web o su empresa? No lo comprendo ¿No se dan cuenta de que están generando una deficiente imagen de su empresa en Internet?
Lo barato, como se suele decir, al final sale caro. Lo dicho: Ante el efecto sobrino es mejor esperar, y cuando dispongas de recursos suficientes, poner en marcha la presencia online de tu empresa o proyecto de manos de profesionales con experiencia contrastada.
La moraleja de todo esto es clara: zapatero a tus zapatos. Si no descuidas tu salud acudiendo a un matasanos, tampoco deberías descuidar tu imagen corporativa y la captación de potenciales clientes dejando el diseño de tu web a merced del efecto sobrino.
Fuente: Baquia