Las estrategias basadas en monitorear el comportamiento de los clientes en la web han dado paso a la tecnología del beacon, proyectada sobre el usuario en los mismos espacios físicos donde se desenvuelve. Con este innovador sistema, es aquel quien nos envía señales sobre dónde se encuentra y cuáles son sus preferencias.
Se trata de sensores que, situados en puntos clave de nuestro establecimiento, funcionan emitiendo una señal de bluetooth LE, cuyo radio de acción es de cincuenta metros. Tienen capacidad para interactuar con dispositivos móviles con la función bluetooth 4.0 activada. Tras ser recibida la señal por estos últimos, sus aplicaciones generan automáticamente las llamadas notificaciones push con información de interés. Lo que está claro es que su funcionamiento impone esas aplicaciones, pues sin ellas es imposible que los dispositivos capten el contenido de las señales.
Si las cookies nos han otorgado el dominio del comportamiento digital de los usuarios, con la tecnología beacon podemos dar una vuelta de tuerca conociendo sus hábitos en tiempo y espacio reales. Ello nos lleva a incrementar las conversiones con el empleo de contenidos personalizados, automatizando el análisis de datos
Destacaremos la indoor location, mediante la cual, dentro de nuestro establecimiento, mostramos al cliente la ruta hacia un artículo determinado para privarle de esa impertinente sensación que se genera cuando no se encuentra algo que se busca. De esta manera, el cliente puede reclamar la asistencia de algún empleado para ayudarle y nosotros optimizamos la calidad del servicio. Es el preámbulo del marketing one to one.
Podemos geolocalizar a los usuarios beneficiándonos de algunas ventajas respecto al GPS como:
- Su consumo de batería es sensiblemente menor.
- A diferencia del GPS, los beacons tienen capacidad de geolocalización ¿indoor?, es decir, mantienen su precisión de búsqueda en el interior de edificios.
Hablamos de dar la opción a nuestros clientes de comprar online en nuestra tienda, permitiéndoles el disfrute de nuestras instalaciones mientras un empleado prepara y entrega sus pedidos en el acto.
Localizando a un usuario a 50 m podemos dirigirle un determinado flash informativo, como puede ser una oferta sobre algún producto del cual sabemos que está ávido.
En este campo serían ingentes los ejemplos. Puede bastar como ilustración el de un restaurante cuya aplicación tenga instalada un usuario que merodea por su entorno. Es hora de comer y el dispositivo
beacon permite a esa aplicación generar una notificación push en que se le informa de una promoción. Aeropuertos, museos, retail y infinidad de establecimientos pueden obtener excelentes resultados valiéndose de esta tecnología.
Sin duda, un poderoso avance en el marketing de las empresas que estrecha el vínculo con sus clientes hasta límites que hasta hace poco tiempo eran insospechados.