En un mundo cada vez más conectado, en el que las nuevas tecnologías y la red han ido marcando los pasos de la revolución tecnológica, tener presencia en Internet se ha convertido en algo esencial para cualquier tipo de negocio. Esta es la razón por la que cada vez más empresas buscan tener su propio dominio.
Lo más habitual es dirigirse a una empresa de hosting y desarrollo web personalizado, que no solo se encargue de gestionar el dominio de la empresa, sino que también realice el diseño de la web y nos ofrezca una plataforma donde alojarla.
Pero lo más complicado de todo es dar de manera exacta con el dominio que deseamos. Son muchas las empresas que registran dominios desde hace años, razón por la que muchas combinaciones y nombres comerciales están ya registradas. Para saber con exactitud si nuestro dominio está libre existen webs en las que se realizan búsquedas exhaustivas con las que asegurarnos de su disponibilidad.
El problema aparece cuando el dominio que queríamos ha sido ya registrado por otro usuario. En este caso contamos con dos soluciones con las que solventarlo.
Si ese dominio que habíamos pensado no está libre, existe la posibilidad de buscar alternativas. En este sentido, existen diferentes estrategias que suele dar buen resultado. La alteración del orden de las palabras que forman el dominio puede ser una opción, también es posible integrar guiones en el mismo, de manera que la esencia de este permanezca.
La creación de siglas puede ser también una solución para crear un dominio que no haya sido registrado previamente. De igual manera, si lo que queremos registrar es una sociedad, siempre se puede añadir la identificación S.A. o S.L.
En el caso de tener un especial interés en contar con un dominio concreto que haya sido registrado por otra persona, podría adquirirse el mismo. Una labor que requiere de un mayor esfuerzo, pues suele ser un proceso más largo.
En primer lugar, hay que identificar al propietario de dicho dominio de forma específica y localizarlo para poder iniciar los contactos. Una vez localizado, habría que realizar un estudio del dominio para calcular su valor y poder realizar un presupuesto. Si este es viable, se iniciaría la comunicación con el propietario y se le mostraría la intención de compra. En el caso de que la respuesta fuera afirmativa, podríamos iniciar las negociaciones para su adquisición y finalmente, traspasar el dominio a nuestra propiedad.
En definitiva, contamos con diferentes modos con los que poder registrar nuestro propio dominio en Internet. La elección de uno u otro dependerá de la disponibilidad y de nuestras propias necesidades a la hora de registrarlo.