A la hora de crear una empresa, los colores que elijamos son verdaderamente importantes, tanto para la imagen corporativa como para el logotipo.
El color corporativo representará a nuestra empresa en todas las actividades en las que esté presente, es decir, a la hora de crear rótulos o carteles, a la hora de crear marketing de contenidos en la página web o blog corporativo e incluso a la hora de realizar marketing interno, en cuyo caso conseguiremos que los trabajadores se sientan identificados con nuestra marca.
Tenemos que tener en cuenta que cada uno de los colores representa una identidad propia, que produce diferentes sensaciones a cada persona.El color de nuestra marca define la carta de presentación de la misma, ya que este generará un primer impacto en los consumidores o clientes.
Cuando elegimos un color para nuestro logo e identidad corporativa, es verdaderamente importante tener en cuenta las tonalidades, ya que tienen que trasmitir armonía, es decir, que combinen bien entre sí. Tenemos que evitar tonalidades desordenadas o distorsionadas, ya que pueden influir negativamente en la imagen de marca de nuestra empresa.
Por ejemplo, si utilizamos un fondo oscuro, la letra empleada debe ser clara, al igual que si el fondo es claro, debemos utilizar letras oscuras. Un fondo con demasiados colores o un único color de mucho contraste no es aconsejable, ya que puede dar lugar a confusión en cuanto a las letras. Tenemos que tener en cuenta que para el logotipo de nuestra empresa es imprescindible utilizar tonalidades que faciliten la lectura a los usuarios, al igual que a la hora de escribir artículos en nuestra estrategia de marketing de contenidos.
Un buen diseño es muy eficaz a nivel publicitario, ya que conseguimos captar la atención de los usuarios y comunicar la información de forma eficaz y rápida. Cabe destacar que para esto no es recomendable utilizar una gran cantidad de colores, ya que puede dificultar la lectura y visión a los usuarios. Los logotipos que utilizan algún color resultan ser más eficaces que los que están hechos en blanco y negro, ya que su impacto visual es más fuerte.
A modo de conclusión, podemos asegurar que los colores representan un arma de comunicación no verbal muy eficaz para representar nuestra identidad corporativa. Conseguimos respuestas a los colores, en función de la experiencia de los valores culturales adquiridos.
Conseguimos estimular los sentidos en función del color elegido, y es aquí donde está la importancia de la elección de colores para el logotipo y la identidad corporativa de nuestra empresa. Tenemos que tener en cuenta lo que queremos proyectar y para ello es importante controlar el factor psicológico que aportan los colores.